lunes, 23 de enero de 2017

00419 El Limón

SIEMPRE A MANO


No concibo una cocina sin limones ni un patio sin limoneros. "Partan los gajos a lo exquisito y esquizoide, y saboreen la orgía que harán tus papilar; luego griten de emoción al enterrarle el cuchillo o la cuchara y que el jugo delicioso se eleve". Ni verano de polo en palo de ácido sabor electrizante. No es un guiño, es un gesto incontrolado al contacto de las papilas con el líquido no edulcorado. "Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla, y un huerto claro donde madura el limonero; mi juventud, veinte años en tierras de Castilla; mi historia, algunos casos que recordar no quiero"

"De las frutas del solar no hay una como el limón que tenga la condición de lucir y de curar. Muy buena para aplacar la sed dura y rigurosa. La limonada sabrosa, hecha de azúcar o miel que penetra hasta la piel, con su frescura aromosa". Siempre a mano para un por si acaso. Aunque sea para adornar, para pinchar alfileres, para perfumar o para sentir bienestar solo con un mirar.

Suena bien. Unas gotas de limón, ralladura de limón, elixir de limón, un gajo de limón, piel de limón, sorbete de limón, suspiros de limón. "En un limón limonero escrita está nuestra suerte, que puede ser un 'te quiero' o bien sentencia de muerte. Lo juraste por tu madre con la luna por testigo: 'Que la sangre se me pare si no me caso contigo'. Y vivo despavorida, esperando, compañero, me des la muerte o la vida bajo un limón limonero"

Hasta aquí un mero juego de palabras, olores, imágenes y sensaciones en torno a este sugerente, llamativo y amarillo fruto que no es  mas que un preámbulo, una forma de empezar cuando no se sabe cómo hacerlo. Un fruto que más allá de su bondad, vistosidad y  simpatía es de gran ayuda para nuestro organismo, un gran disolvente de sustancias tóxicas y magnífico depurativo. Cuentan que ya en el siglo XVII, antes de que se descubriese el poder de la vitamina C, la flota inglesa en sus travesías viajaba con un cargamento de limones para evitar que los marineros contrajesen la enfermedad del escorbuto, que se produce por la carencia casi total de esa vitamina. Aparte de la vitamina C, el limón contiene vitaminas del grupo B y vitamina E, así como muchos minerales: potasio, magnesio, calcio, fósforo, cobre, cinc, hierro y manganeso; un cóctel de vitaminas y minerales que refuerzan nuestro sistema inmunológico. Buen aliado con el sistema cardiovascular, hígado, vesícula e intestinos, así como contra los catarros, inflamaciones de garganta y procesos febriles.

Estoy viendo en el frutero unos hermosos limones que me están pidiendo a gritos ser voluntarios para una buena lemon curd. Quizás mañana.











No hay comentarios:

Publicar un comentario