domingo, 31 de julio de 2016

00336 La Ensalada "Estoy en la Pelu"

ENSALADA EMOTICONO 5


Útil para transmitir a nuestro interlocutor un estado de ocupación que va más allá del socorrido "no puedo atenderte, estoy en una reunión". Esta ensalada emoticono no tiene doblez ni segundas intenciones. Estoy en la "pelu" y punto. Información directa y concisa.

Cuando se está en la peluquería todos deberíamos saber que no se está para nada más. En ese momento el mundo empieza y acaba en los límites del salón de belleza. Un descuido puede ser el acabose. Se requiere máxima atención a cualquier sugerencia del profesional o que éste siga al pie de la letra los designios premeditados y concebidos antes de cruzar el umbral de la puerta del establecimiento. Sólo en el momento del secado del cabello se puede conceder alguna licencia. De todas maneras,  no sé qué diablos hago escribiendo sobre peluquerías si por mi temprana y heredada alopecia no las frecuento.

Este emoticono tiene una doble versión: con rizos y sin rizos. La primera se puede utilizar para indicar dónde nos encontramos y que en cuanto acabe me pongo en contacto contigo. La segunda, con rizos, es que la cosa va para largo.

Ingredientes: lechuga hoja de roble, huevo duro, pepinillo,  mejillones en escabeche y anacardos si la ensalada emoticono la hacemos con rizos.







00335 Las Buganvillas

SÍMBOLO DE ESPERA


Siempre soñé con una casa vestida con buganvillas. Llegado a estas alturas de la vida me conformo con admirar y recrearme con las casas que veo revestidas con buganvillas. Me puedo pasar horas mirando los edificios que salen a mi paso cuyas fachadas se ven salpicadas de esta diminuta flor. La última la signifiqué en la cántabra Pedreña. Algún que otro café me he tomado delante de ella mientras consumía plácidamente un café en la terraza del "Culebrero".  Curiosamente, esta planta es un símbolo de espera. De aquí, que en Brasil, su país de origen, se cultive delante de las casas.

También de siempre me atrajo su nombre, buganvilla. Me resulta suave, dulce y delicado. Su etimología no es nada compleja. Su nombre se debe al navegante francés Louis Antoine de Bougainville, conocido por sus aportaciones a la geografía y la ciencia durante el siglo XVIII. Leo que entre 1766 y 1769 navegó alrededor del mundo acompañado de un naturalista y un cartógrafo, recopilando especies de flora y fauna y abriendo nuevas rutas marítimas.

Las flores que comúnmente llamamos buganvilla, no son botánicamente flores sino brácteas que rodean la verdadera flor, que es pequeñita, blanca y valor ornamental alguno. Se podría decir que es una planta, más bien un arbusto, hecho así mismo: duro y sufridor. Aguanta el suelo pobre, la falta de agua y el abandono. Eso sí, no soporta el frío ni el exceso de agua y odia que le alteren sus raíces.

Cinco Segundos, de Javier González

Los dos se quedaron mirando la hermosa mansión que había frente al café. La Casa del Gobernador.

Una mansión blanca de dos plantas y de estilo colonial español. Cuatro grandes columnas soportaban el inmenso porche de teja rojiza de la fachada principal. Por las columnas trepaba una inmensa buganvilla. A pesar de la distancia podían oler la fragancia de los jazmines que se agarraban a las verjas de la residencia.

- Me encantan las buganvillas, -musitó Claire sin dejar su regazo.
- Si algún día me caso con una mujer como tú, le construiré una casa como esa.
- No hay ninguna mujer como yo -respondió ella.

Esta vez fue Jorge quien tomó la iniciativa. Ahora sus besos no sabían a azúcar. Sabían a lluvia y a África, sabían a paraíso.











viernes, 29 de julio de 2016

00334 La Flor del Granado

DULCE COLOR


Nunca hasta el pasado mes de junio había visto tan de cerca la flor del granado o por lo menos no de manera consciente. De hecho, y para no faltar a la verdad, cuando tomé las fotografías no sabía que se trataba de la flor de semejante super fruto. Me gustó su color, su porte y la luz que se posaba sobre ella en una apacible mañana empleado en coger cerezas. Cuando llegué a casa estuve intentando averiguar su nombre pensando que era una flor más. Encontré alguna parecida pero no me fié de mi intuición. Fue en una floristería donde sin dudarlo me confirmaron que se trataba de la flor del granado.

Desde que inicié este blog intento estar más atento,  si cabe,  a cuanto me rodea o sale al paso, en busca de cosas que me gusten por muy nimias que sean. Esta fue una casualidad, una hermosa casualidad más, que me incitó a que le dedicara unos minutos no previstos. No sabía de qué se trataba, desconocía qué estaba fotografiando. Era un estallido de dulce color, de luz y armonía, y eso bastaba. El nombre y apellido de mi atención poco importaban entonces. Tiempo habría para averiguarlo.

Revisando mi archivo fotográfico me he vuelto a topar con la flor que en su día tan inesperadamente me atrajo. Me sigue pareciendo preciosa por lo inusual para mí y me regresa al silencio de unos cerezos a los pies de la sierra de Guara.

Leo que el granado es originario de la región que abarca desde Irán hasta el norte de los Himalayas,  en la India. Y a partir de aquí, un buen número de anécdotas y curiosidades. Por ejemplo, los antiguos egipcios eran enterrados con granadas y los babilonios creían que masticar sus granos antes de las batallas los hacían invencibles. Hipócrates, por su parte, recomendaba el jugo de la granada contra la fiebre y como fortificante contra la enfermedad.

Muchos pueblos han visto la granada como un símbolo de amor, fertilidad y prosperidad, y según la mitología griega, el primer granado fue plantado por Afrodita, la diosa del amor y de la belleza, mientras que el dios del infierno, Hades, le ofreció su fruto a la bella Perséfone para seducirla.

Romeo se ocultó entre la espesura de un granado para cantarle una serenata a Julieta y en China se tiene la costumbre de ofrecerle una granada a los recién casados como auspicio de una descendencia numerosa. El color rojo de esta fruta es considerado por la tradición china un color que atrae la buena fortuna. Además, por tener la granada una gran cantidad de pepitas, era considerada en la antigüedad como un símbolo de fertilidad y fecundidad. En Roma era habitual que las novias llevasen un tocado de ramas de granado.

    Es una de las llamadas super frutas por los compuestos químicos de acción positiva que posee; es rica en antioxidantes y potasio, calcio, magnesio y vitamina C.









    jueves, 28 de julio de 2016

    00333 La Ensalada Triste

    ENSALADA EMOTICONO 4


    Tengo que reconocer que el resultado no me es del todo satisfactorio. En mi mente la imaginé más triste, con una tristeza más rotunda. La veo ahora y más que entristecida, la observo un tanto "cabreada". Las pipas de girasol no acaban de dar el producto deseado. Tendré que perfeccionarla e intentarlo con otros ingredientes. De momento es lo que hay.

    No obstante, por no desperdiciar su elaboración y por ponerla a rodar cuanto antes a tenor de cómo están las cosas, la aprovecharé teniendo en cuenta algunos matices. En ocasiones, se producen situaciones o escuchamos manifestaciones que nos originan una mezcla entre tristeza y "cabreo" sin que una u otro encuentren bien definida su demarcación. Creo que influye mucho el estado de ánimo en el que nos encontremos cuando percibimos el hecho en cuestión. Un ejemplo podría ser la actual situación política que vive nuestro país,  y que si el sentido común no lo remedia, se verá abocado a una tercera convocatoria electoral. Hay días en los que esta situación,  con el correspondiente cruce de declaraciones de sus protagonistas, me produce desazón y tristeza; y otros, simplemente un "cabreo" monumental. Es en situaciones como esta cuando se puede emplear el emoticono de "ensalada triste",  porque los "cabreos" también nos pueden hacer llorar de impotencia.


    Ingredientes: lechuga, tomate, huevo duro, queso cheddar blanco y pipas de girasol peladas.









    00332 La Ensalada de Arroz

    OTRO AUXILIO DE EXCURSIONES


    Es habitual escuchar en los últimos meses un "no vendré a comer, papá". Cuando no es la elaboración de algún trabajo colectivo de la facultad, es con unas amigas con las que "he quedado", o  con los abuelos,  o simplemente, "no vendré a comer, papá".

    Hoy,  Loreto me ha sorprendido con un "me voy a comer al río". Frase nueva para mí en este continuo aprendizaje acerca de la libertad de mis pupilas. Ha sido sobre la marcha y casi no me ha dado tiempo a reaccionar. Mis defensas, esas con las que vengo trabajando desde hace mucho tiempo y que me ayudan a superar mis temores con mayor o menor fortuna,  se han puesto a trabajar. Pocas e interesadas preguntas para tener un mínimo de información, más la consabida "¿qué vas a comer?. La respuesta ha sido de manual, "Cualquier cosa. Igual me compro en el supermercado una ensalada César".

    No soy muy amigo de los pre cocinados y preparados industriales salvo en casos de auténtica emergencia. Este no era el caso. He tenido poco más de una hora para preparar algún plato que reuniera las condiciones aptas para una excursión al río y sin necesidad de ir a comprar la  materia prima para elaborarlo. Un par de vistazos al armario despensa y al frigorífico han sido suficiente. En el primero todavía sobrevivía un paquete de mezcla de arroces,  especial para ensaladas y guarniciones. He puesto a hervir agua y cuando han empezado a asomar las burbujas de la ebullición, he vertido dos tazas de café repletas de arroz y una pizca más de propina. Seguro que compartirá con sus amigas excursionistas. Mientras el arroz cogía en el agua la textura idónea, he troceado lechuga, queso y jamón de york que he encontrado en el frigorífico. ¿Y si le añado un par de huevos revueltos? Dicho y hecho. Listo el arroz y los ingredientes troceados. Todavía me ha dado tiempo de introducirlo por espacio de media hora en el frigorífico una vez mezclado todo, probado el punto de sal y regado con aceite y vinagre.

    La media hora prevista en el frigorífico se ha prolongado hasta casi una hora. Mejor, la ensalada estará algo más fresquita. Mientras le daba a Loreto el envase hermético con la ensalada de arroz no he podido dejar de pronunciar las frases tantas veces repetidas: "cuidado con la carretera", "¿llevas cremas"?, "manda un was, por favor, cuando lleguéis al río", "tened precaución dónde os bañáis y controlad las piedras"...

    Cuando por la noche ha llegado Loreto a casa me he sentido aliviado. Siempre me siento aliviado cuando por la noche cierro la puerta de casa con los cuatro dentro. En cuanto a la ensalada de arroz, debía estar buena. No ha regresado grano alguno.












    miércoles, 27 de julio de 2016

    00331 El Bodegón Que Afronta los Días

    SIEMPRE PREPARADO


    Una mañana cualquiera de un día sin tiempo y en un lugar indefinido. Una cámara fotográfica, un apurado café, un paquete de tabaco, sí, ya sé que lo tengo que dejar pero me hace compañía, y un pitillo transformado ya en colilla. Es el bodegón perfecto para afrontar el día.

    No hay nada predeterminado, ni plan previsto. Leo el manual de instrucciones de la jornada: "Dejarse llevar sin nada que buscar". La semana pasada capturé un atardecer inexistente; ayer, el aire en el vaivén de un agua estancada y algo parecido a un recuerdo de infancia. Hoy no sé qué sueño, capricho o ventura me deparará mi mirada. No siempre los sentidos están dispuestos. También ellos tienen sus altibajos, sus días sin ganas de nada.

    Hay que estar preparado, siempre hay que estar preparado. Una luz, un reflejo, un guiño, un atisbo, un cruce de caminos, una piedra inanimada, un reloj sin saetas, una gota de alivio... Cualquier cosa sirve para disfrazar la realidad cada vez más pesada.



    martes, 26 de julio de 2016

    00330 La Ensalada Africana

    ENSALADA EMOTICONO 3


    Apta para indicar que se está de viaje o próximo a llevarlo a cabo. También se puede utilizar para desear un buen viaje o una feliz estancia. Particularmente, visitar África no está en mi orden de prioridades pero con los mimbres alimenticios de los que disponía en ese momento,  no me salió o no tuve la suficiente imaginación como para crear una ensalada con otro destino. Además, me pareció simpática para significar el cometido en cuestión. Loreto, nada más verla en la mesa, no dudo ni un segundo en denominarla también como "ensalada africana".

    Ingredientes: lechuga, huevo duro, queso cheddar blanco, aguacate y sardinillas.





    00329 Los Geranios

    LAS SEÑORAS DE LOS BALCONES


    No me he llevado sorpresa alguna. Después de diez días de vacaciones y de ausencia doméstica, la terraza tenía que presentar el aspecto desolador que he encontrado. Ni fotografías he hecho. He preferido quedarme con la imagen vital que dejé antes de la partida. Del mini huerto urbano mejor no hablar y en cuanto a las plantas,  tan sólo los geranios han podido hacer frente a la canícula sobrevenida. Ha habido algunas cuantas bajas en sus hojas pero las plantas han aguantado como unas campeonas. Espero que con el riego nocturno al que las he sometido, vuelvan a regalarme su perfume tan característico y me transporten de nuevo a mis estíos de infancia. Confío en volver a ver pronto sus flamantes pompones rosas y de un llamativo rojo intenso. Me había costumbrado a su presencia.

    No puedo estar más de acuerdo con una apreciación que leí recientemente y que transcribo literalmente:  "Si las rosas son las "reinas de las flores" las plantas de geranios son indudablemente "las señoras de los balcones" porque no se sabe cómo, no se sabe por qué, pero con unas pocas gotas de agua y algunos centímetros de tierra le transmiten a uno una gran manifestación de vida que te deja sin palabras". Posiblemente no sea una de las plantas más hermosas en el ranking de belleza y que su cotidianidad le reste atractivo, pero no es menos cierto que su presencia siempre es alegre y gratificante.

    Leo que comprende unos 11 géneros con más de 400 especies y que procedente de Suráfrica, el primer geranio llegó a Europa en los primeros años del siglo XVIII. 








    viernes, 15 de julio de 2016

    00328 La Ensalada Enfadada

    ENSALADA EMOTICONO 2


    Me gustaría decir, "sólo utilizarla en casos extremos, muy, muy extremos". Pero tal y como están las cosas, me da la impresión de que puede ser una de las más solicitadas. El día a día viene excesiva y tozudamente marcado por la barbarie, la sin razón, el quebranto social, la necedad, la estulticia, la inmoralidad, la insensatez, el supremo egoísmo, la inseguridad y el desaliento,  que empaña cualquier atisbo de sonrisa, bienestar y bien convivir. Acciones y hechos que empañan y entristecen nuestro descanso y cada amanecer. Hoy es uno más de estos días, sólo salvado gracias a quienes practican y hacen de su modo de entender la vida todo lo contrario. 

    Ingredientes para la ensalada enfadada: lechuga, huevo duro y sardinillas picantes.

    jueves, 14 de julio de 2016

    00327 Los Racimos

    VISTOSA PLASTICIDAD


    Será por su estética, por la idea de unión que representan, -uno a uno para hacer un todo- o por la sensación de fortaleza que me llegan a transmitir.  Será por esto y por algo más que me atraen los racimos.

    Será porque de los poetas aprendí que desde el cielo caen racimos de sonrisas y en ocasiones también de estrellas. Que por el río bajan racimos de burbujas temerosas de perderse en la orilla o de desaparecer ante el brusco golpe con la  piedra irisada. Que de los ojos aparecieron racimos de lágrimas ante la felicidad no contenida o que el futuro viene cargado de esperanzados racimos de desnudas verdades.

    A lo mejor será porque me parecen sensuales, apetitosos, únicos y distintos, ordenados. Sí, ordenados dentro de un natural desorden sin molestar ni ser molestados.

    No lo sé. Me gustan los racimos aunque no tenga un por qué.





    00326 La Ensalada Que Saca la Lengua

    ENSALADA EMOTICONO 1


    En casa, tal y como era de esperar por estas fechas, todo es una dieta. Las jornadas de playa están próximas y se hace necesaria una puesta a punto. Llegan los días de ensaladas y poco más para comer, lo que significa que mi dedicación a los fogones, una de mis actividades más gratificantes en los últimos meses, se va a ver mermada considerablemente.

    Tras varios días de poner en los platos lechuga, huevo duro y poca cosa más, se me ha ocurrido un nuevo pasa tiempos; iniciar mi particular colección de "Ensaladas Emoticonos". Puede resultar entretenida y divertida la ocurrencia. Me obligará cada día a imaginar, idear, sonreír, darle vueltas al bolo de buen rollito y mantener la expectación a la hora de sentarnos a la mesa.

    La primera "ensalada emoticono" es la que "saca la lengua"; no confundir con la que hace la burla. No se trata de una ensalada despreciativa y burlona aunque así pueda parecerlo. Se puede utilizar para expresar la elevada temperatura existente, una señal de no puedo más, estoy agobiado,  o un simpático, ¡hola guapo/a, cómo estás. Yo como un cencerro!

    Ingredientes empleados: lechuga, un huevo duro y cuatro finas lonchas de queso Cheddar naranja.

    Pues nada, a ver hasta dónde llegamos con esta intrascendente y simplona ocurrencia.




    miércoles, 13 de julio de 2016

    00325 Los Perfumes de las Noches Estivales

    EVOCACIÓN


    Ya he comentado en alguna ocasión que me considero un buen coleccionista de olores. Una afición que no ocupa lugar, práctica y buena fuente de inspiración capaz de transportarme a parajes y situaciones en un principio casi olvidadas. Puede que sea mi sentido más presto y activo. 

    Acabo de leer que el olfato, además de estar muy vinculado a las emociones, es el sentido que tiene un mayor impacto en nuestra memoria, mayor incluso que lo que percibimos por los ojos. Al parecer, las personas recordamos hasta el 35% de lo que olemos frente al 5% de lo que vemos. Además,   nuestra memoria es capaz de percibir hasta 10.000 aromas distintos, aunque únicamente es capaz de reconocer 200 olores. Al hilo de estos datos y según estudios realizados, la mayoría de las personas evocamos momentos felices con ciertos olores gracias a que el olfato es un sentido con un gran poder evocador y asociado a situaciones vividas, a la infancia, a personas conocidas o ciudades visitadas.

    Esta noche no tengo sueño. La temperatura nocturna ha bajado notablemente y un ligero viento se ha incorporado al hasta ahora quedo paisaje. Se está bien. A mi olfato llegan olores de forma intermitente. Ahora geranio entremezclado con albahaca. Petunia, lilium y de nuevo albahaca.También a suavizante. Vengo observando en las últimas noches que alguien en la vecindad tiende la ropa a estas horas. Huele bien. La noche parece más aseada. Inmerso en mi desvelo recurro a poner en práctica lo leído con anterioridad. ¿A qué huelen mis noches estivales y con qué momento o lugar se relacionan?

    En este caso no será el olor quien me transporte sino que seré yo quien lleve el perfume al lugar. No me detendré en pormenores. De hacerlo así, me llevaría ésta y sucesivas noches en el cumplimiento de la propuesta. Es tan sólo un juego en el preámbulo de recibir al sueño. Una especie de "Un, dos, tres... responda otra vez de las evocaciones". Así que por veinticinco emociones, relacionar lugares, situaciones o personas con perfumes de las noches estivales. Por ejemplo y ya que ha aparecido el olor a geranio, "el de los geranios y los balcones de la casa de mi madre que daban a la calle Artigas". "Un, dos, tres... responda otra vez": "el de los geranios y los balcones de la casa de mi madre que daban a la calle Artigas"; "el del pan recién horneado de la panadería Porta, también en la calle Artigas"; "el seductor olor de las peonias del huerto de Alerre", "las aromáticas tomateras, sí, también del huerto de Alerre "; "el inconfundible olor de las refrescantes tormentas de Cerler"; "el aroma a agua de hierbas desprendido del primer beso en algún banco del parque y que despuntaba a algo que pretendía ser amor"; "la albahaca fresca en las noches festivas de la ciudad de Huesca"; "el olor a freiduría en los paseos nocturnos en algún lugar de Huelva"; "la fragancia a jazmín en un dilatado hasta mañana"; "la profusión de olores en un 'tomar la fresca' en Alcalá de Gurrea"; "el de la hierba buena de un mojito bajo las estrellas"; "el olor a boj que trepa desde el Subordán"; "el del melocotón en la terraza a la espera del vino"; "el perfume de las adelfas de un lugar ya perdido"; "el que llega de un mar susurrante y oscuro"; "a patatas fritas y una cerveza en tiempo de espera"; "a brasa y sardina en no importa qué esquina"; "el olor a cloro al tomar la luna"; "el que percibo de alguna siega esperanzada"; "el olor a libro entrada la noche"; "la fragancia de la....." 

    El tiempo se acaba que no los evocadores olores. El sueño con olor a almohada llama.






















    martes, 12 de julio de 2016

    00324 A Ver Qué Sale

    LASAÑA CON JAMÓN, QUESO Y CEBOLLA


    Hace días que quiero "meter mano" al armario de la cocina donde guardamos los paquetes de arroces, pastas, harinas, sopas y demás familia alimentaria. Resulta curioso comprobar la cantidad de restos que se pueden llegar a almacenar y a los que conviene dar una pronta más que tarde salida. En esta ocasión parece estar todo controlado salvo algún arroz, en alguna de sus múltiples variedades,  unos enormes "tornillos" de pasta y unas láminas para lasaña cuyo paquete abrí hace ya unas fechas. Las niñas se han ido esta mañana a la piscina, seguro que vendrán a comer con hambre. Desde siempre he oído decir que la piscina abre el apetito. Decidido, haré una lasaña.

    Ocho láminas de lasaña. Harina, mantequilla, cebolla y leche para la bechamel. También hay queso rayado para gratinar y tomate frito. Pero ¿y de qué la relleno? No hay carne picada  en el congelador. La haría de hortalizas pero sé que no contará con el visto bueno de las comensales. Si voy a comprar, seguro que cogeré algún "capazo callejero" y no la tendré preparada a tiempo. Imaginación para qué te quiero.  Todavía nos acompaña el jamón serrano ganado por Jara y en el frigorífico he visto una cuña grande de queso semi curado. Me arriesgaré. Prepararé una lasaña rellena de jamón serrano, cebolla y queso ¡y a ver qué sale!

    Comienzo la improvisada elaboración pochando una cebolla grande. Mientras tanto, corto jamón que después laminaré en finas tiras. Cuando la cebolla esté bien pochada,  agregaré las tiras de jamón y el tomate frito con el fuego ya apagado. Vierto la mezcla en un bol y añado el queso cortado a dados. Sobre la fuente de horno coloco la primera capa de pasta de lasaña y sobre ésta el relleno. Repito la operación hasta finiquitar las láminas de lasaña. La bechamel para cubrir el preparado la haré, obviamente sin cebolla y con una pizca ligera de sal; entiendo que el jamón aportará la suya. Queso rayado por encima y al horno pre calentado por espacio de unos 15 minutos. ¡Alea jacta est!

    Estoy ansioso por conocer el resultado por boca de Loreto y Jara. Ya llegan. De momento, desde la puerta de la entrada oigo un ¡qué bien huele!, seguido de otro expresivo ¡hummm, lasaña!, cuando la han visto en el plato.

    Al sentarse a la mesa les he comentado lo sucedido. Jara, sin darme tiempo de acabar la pequeña historia doméstica, ya se relamía; Loreto, atenta a mi monólogo, ha sentenciado: "seguro que estará deliciosa, papá, el jamón y el queso siempre combinan bien". Tras catarla, me ha obsequiado con un gesto suyo muy típico de aprobación extrema, difícil de describir.

    No me he podido resistir y he probado un pequeño bocado. La he encontrado, a pesar de su apariencia, muy suave y sabrosa, si bien, debería de haber añadido un poco más de sal a la bechamel. Intuí que el jamón pondría la suya. Cierto es que no soy muy objetivo con la sal.