lunes, 25 de enero de 2016

00215 El Castillo de Montearagón

YA ESTAMOS EN CASA



Hacía muchos años que no visitaba este emblemático lugar. Ejercito mi memoria y apenas  recuerdo una confesión en una apacible tarde de verano con olor a juventud. Si después he vuelto, no tengo constancia. Ahora regreso y lo hago en familia tan sólo con el ánimo de observar. Está algo cambiado. No sé si mucho o poco. Ruinoso,  pero algo cambiado.

El entorno es un buen espectáculo. La sierra, la hoya, la leyenda,  los puntos de fuga, el contraste de colores, la serenidad que brinda el paisaje. No hay prisa. En esta ocasión no hay prisa. Sólo hay tiempo para recrear, intuir y ubicar lo aprendido. Siempre debería ser así.

Y recuerdo cercana esa imagen amiga de amaneceres y ocasos en la que su inconfundible silueta parecía decirme tras el largo viaje,  ¡tranquilo, ya estás en casa!

"El Castillo Abadía de Montearagón fue fundado por Sancho Ramírez en el año 1085 y posteriormente cedido por Pedro I a la orden de San Agustín. Este castillo abadía alcanzó su época de mayor esplendor en el siglo XIV, siendo un importante núcleo económico y político. En su seno se fundó una capilla real, circunstancia por la que se produjo el traslado al recinto de canónigos regulares de Jesús Nazareno desde Loarre, que determinó el matiz monástico del lugar. Se convirtió en un gran centro monástico durante la Edad Media, llegando a ser en el siglo XVI un importante centro espiritual del que dependían más de un centenar de parroquias de la comarca.

Se trata de un recinto amurallado de gran extensión, flanqueado por torres, de piedra oscura y sillería bien tallada. Al recinto se accedía por una rampa que rodeaba el edificio y que terminaba en una portada situada en el lado Sur. La puerta consistía en un arco de medio punto situado bajo una torre. El patio central conserva restos del aljibe y antiguas construcciones pertenecientes a la abadía como el claustro, la biblioteca, el refectorio...


La abadía se construyó entre los siglos XII y XIII. Fue un palacio de planta rectangular, hoy muy deteriorado a pesar de la restauración que se llevó a cabo en el siglo XVII. La iglesia se sitúa en el lado Norte. Fue consagrada por Pedro I en 1099. Fue reformada en el silgo XV y en el siglo XVIII. Cuenta con cabecera semicircular al interior y plana al exterior. Es de gran interés la capilla románica con ábside semicircular y cubierta con bóveda de medio cañón. Contiene además una pequeña cripta donde, al parecer, se conservó el sarcófago de Alfonso el Batallador.

El interior albergaba un retablo, labrado en 1506 por Gil de Morlanes, que fue trasladado a la catedral de San Salvador de Huesca. Se conserva una sala o estancia cubierta con bóveda estrellada que debió ser la sacristía. La iglesia tiene, además, una capilla inferior, o cripta, denominada Santa María de "baixo terra", con una bóveda de medio cañón y fábrica también románica.



El conjunto se completa con una Torre del Homenaje, es decir, la que contenía los acondicionamientos necesarios para servir de refugio en tiempo de guerra. Está adosada al ábside de la capilla. No destaca mucho en altura del resto de la edificación y se remata con un campanario de época posterior a su construcción. La cubierta original era una techumbre a cuatro aguas. Se ilumina gracias a saeteras y ventanas con arco de medio punto. Debió tener tres plantas a las que se accedía por una escalera adosada al muro.En el Museo de Huesca se guarda un capitel procedente de uno de sus claustros.


El Castillo de Montearagón fue declarado Monumento Histórico-Artístico en el año 1931"

Restauraciones: En el año 1995 se llevaron a cabo tareas de desescombro y se afianzaron elementos en las fachadas norte y oeste. Un año más tarde se consolidó la bóveda y la cubierta de la iglesia. En 1998 se restauró y consolidó la Torre del Homenaje, la cabecera de la iglesia, la bóveda de la cripta y se realizaron excavaciones en la parte sur del claustro.

En 2002 se restauró el interior de la iglesia y se consolidaron las fábricas de los lienzos situados en los lados este, sur y norte del castillo. En el año 2006 se hallaron muros de nuevas habitaciones de la zona dedicada al ganado y un hueco de cuatro metros de profundidad dentro de la torre cuando se llevaban a cabo obras de consolidación.

En 2010 se realizaron trabajos en la reparación de la fábrica histórica, limpieza del entorno y tratamiento de huecos deteriorados.



















miércoles, 20 de enero de 2016

00214 Las Vieiras Gratinadas

PEQUEÑO FESTÍN

Se trata de uno de esos sabores y recuerdos que me transportan a mis navidades un tanto ya lejanas. Uno de los platos que mi madre tenía presente en sus menús festivos siempre y cuando su ajustada economía le diera permiso. Ahora Gloria, cuando el bivalvo congelado se pone a tiro de cartera, adquiere media o una decena que disfrutarán del frío doméstico hasta que les toque el turno de su cocinado, correspondiendo con alguna ocasión especial.

Yo nunca las he hecho. Sí que recuerdo cómo las hacía mi madre con cebolla, trocitos de jamón serrano, vino blanco y pan rallado. Y las conchas que nos acompañaban durante mucho tiempo a modo de cenicero. Puede que en alguna caja, que seguro nunca abriré, sobreviva alguna.

Gloria las hace muy parecidas a las que rememoro aunque sin el toque de vino blanco y los tacos de jamón. Me dice que limpia bien la vieira dejando la carne y el coral. En una sartén con aceite de oliva caliente, pocha abundante cebolla con colorante alimentario. Sobre las vieiras colocadas sobre sus conchas, las cubre con la cebolla y sobre ésta espolvorea pan rallado. En el horno pre calentado a 200 grados, introduce las vieras por espacio de 20 minutos o hasta que el pan rallado se observe dorado. Así de sencillo. Igual que recordar los especiales momentos en torno a una mesa con este molusco como protagonista.

Leo que las vieiras están consideradas como un alimento muy saludable por su alto contenido en yodo. Por cada 100 gramos, 58 mgs son de yodo. También tienen un contenido elevado de sodio y proteínas. Por cada 100 gramos de vieira podemos adquirir, aproximadamente, más de 15 gramos de proteínas, casi 3 gramos de azúcares y algo más de 80 kilocalorías.

Las vieiras se convirtieron en un símbolo usado por los peregrinos del Camino de Santiago como señal de que habían recorrido el camino y llegado a destino. El nombre de venera en castellano de la vieira gallega está asociado a la Diosa Venus. Es, desde la antigüedad, un símbolo de fertilidad y si te regalan un ejemplar, te están regalando buena suerte.








martes, 19 de enero de 2016

00213 Un Corazón Camuflado

TE PILLÉ

Tantos días visto como tantas veces desapercibido. Allí estabas. Y yo sin enterarme. Es lo que sucede cuando el hábito se convierte en rutina y los pasos se introducen sin cálculo alguno en el trazado carril de los días sin nombre.

Cada día enmarcando la luz, ejerciendo de portalón hacia un mar de dorada agua y plata cuando cae la tarde. Ni un latido, sólo el murmullo de un descanso que no cesa. Un corazón a la espera de ser advertido al cobijo de un árbol anónimo y privilegiado.


En la despedida un hasta pronto, un deseo sin desperdicio de volver a respirar en la distancia la calma y el ardor necesitados. Una imagen para el recuerdo donde seguir recreándome con un paisaje soñado anclado en la arena.

Ahora te veo, corazón camuflado. El mismo corazón que no advierto en la gente de mis días sin nombre. Los mismo corazones que tampoco laten ni murmuran. Sólo esperan pacientes a ser descubiertos.

 Nuevo Portil. Cartaya. Huelva

lunes, 18 de enero de 2016

00212 Un Día Cualquiera

POR INESPERADO



Es un día imprevisto, de los de corazón en puño y atribulado pensamiento. Mañana gris con amenaza de sol. Día de largo silencio en un paraje largo y silencioso. No hay tensión, ya tocaba. Y si la hay, no la siento. Sólo percibo el reclamo de un valle por complacer, la caricia de un viento inexistente que adivino como virtual saludo entre las hojas de unos árboles que juegan al despiste. Todo me parece sensato en este día cualquiera.

No quiero mirar hacia atrás. Es equilibrio lo que necesito. De cualquier modo, con cualquier cosa, y además, sólido equilibrio. Tengo la impresión de que sólo lo encontraré en lo que resta de camino. Atrás sólo quedan muchas dudas y escasas verdades. Tan escasas que hasta los pocos árboles del camino ponen muecas de embarazosa realidad. Así lo siento en este día de adoptados contrastes. El resto va a cuenta de la imaginación.

Todo a mi alrededor es quietud, calma y reposo. Es mediodía. Poco importa si es un día cualquiera.
















viernes, 15 de enero de 2016

00211 Los Inicios

CON ILUSIÓN

Siempre se ha dicho que los inicios cuestan. Empezar un aprendizaje, iniciar un proyecto, una relación, un cometido... lleva de la mano una importante carga llena de interrogantes y  dudas que sólo el paso del tiempo es capaz de desvelar. Pero a pesar de las dificultades que pueda acarrear cualquier inicio, hay un antídoto infalible que sin él, todo emprendimiento se hace casi inviable. Este no es otro que la ilusión. Con ella casi todo se puede o cuando menos,  aligera, alivia y mitiga las desazones que puedan aparecer.

Tengo la permanente necesidad de iniciar algo nuevo, de estar en un continuo proyecto. La vida en sí ya lo es. Con vivirla sería suficiente, pero con todo, me gusta aderezarla con pequeños matices, con retos personales que no van más allá del hecho de vencer mis miedos, de sorprenderme o simplemente, con el afán de entretener a mis sentidos y emociones.

Un inicio no siempre lleva implícito un final y en contadas ocasiones resulta tal y como lo aventuramos. He acabado el primero de los no sé todavía cuantos cuadros de mi próxima exposición de pintura. Será la tercera individual tras "Un paseo por la Ría de Cubas" y "Paisajes Escritos".  Un proyecto que nace en un momento frágil de mi vida y que viene a ocupar mi espacio vital, ahora des objetivado. Se trata de trasladar al lienzo un paraje, el de la Fuente de Marcelo, en las cuatro estaciones del año. De su resultado final nada sé. Sólo de su inicio, de la ilusión que tengo por ver cómo se va configurando el trabajo y del reto que supone enfrentarme a nuevos trazos, formas y colores.

Es emocionante ver como un lienzo en blanco es capaz de abstraerme y retarme desde su inicio, desde el primer trazo de grafito, desde la primera pincelada de fuerte olor a disolvente. Sé cómo empieza, nunca cómo acabará. Qué quedará de la primera impresión imaginada, qué descartes se producirán en el camino de las luces y de las sombras. Ver como día a día va tomando forma una pequeña parte de una realidad ya inexistente y que si alguna vez lo fue, habría que buscarla en su inicio.

No sé cuando acabaré con este recién iniciado proyecto personal. Tampoco sé cuántos más comenzaré si mi inquietud lo demanda. Será excitante contemplar el inicio aunque no lleve escrito el final.





miércoles, 13 de enero de 2016

00210 La Quietud

SOSIEGO

Me atrae y reclama como el aceite al pan. Nunca hubiera podido imaginar la necesidad que en ocasiones siento de adentrarme en paisajes e imágenes que me brinden la serenidad y el sosiego que yo no sé encontrar. Y más ahora que mis ilusiones y fuerzas flaquean en medio de un tiempo convulso; excesivo y preocupante tiempo convulso.

Gusto por las imágenes y parajes serenos aunque estén exentos de belleza extrema. Rincones que guarden serenidad y equilibrio en su desbordante y natural quietud capaces de abstraer mi atribulada razón. Estampas sin palabras ni sonidos, sin laberintos ni recuerdos que permitan latir a mi corazón sin sobresaltos. Tan desconocidas y desubicadas que hacen sentirme como su alma gemela.

Hermosa quietud la de los campos en espera, la de los olivos en espera, la de las carrascas, la del surco también en espera. Mano a mano con el silencio y la dulce presencia de un sol sin distingos. Nada es exagerado, todo se hace suficiente ante una mirada empeñada en tejer no más de tres suspiros. Es entonces cuando la vida se vuelve a arrimar despacito, casi de puntillas, para saborearla sin dolor y sin inquietudes.





martes, 12 de enero de 2016

00209 Hecho

ECHO

No es una casualidad y tampoco un capricho. Es un destino concurrido, una amalgama de sensaciones que pasado el tiempo todavía siguen buscando el acomodo en otras edades de  limpios y soleados cielos. Es el albergue de nítidos recuerdos traídos de la orilla del río, en torno a una mesa, de  pausados paseos entre piedra soñada con olor a chaminera.

Villa de camino y encuentro deseado. Lugar de bienvenida y calmada espera donde el tiempo se queda en la antesala de un valle de apretado abrazo, donde el río transparente se despide con un runrun de hasta siempre mientras sigue su curso para encontrarse y regalar sus aguas al gran caudal.

Piedra soñada en larga sobremesa para revitalizar la palabra de mirada infinita encontrada en cualquier sendero, bajo el boj de tamizado olor a tierra, agua y ardiente sol. Y el tiempo pasa en la paciente espera sin engaños ni trampas antes de que llegue un nuevo y hermoso despertar.

Un dulce canto sale de algún conocido lugar: "S'ha feito de nuey, tú m'alguardas ya Lo peito me brinca'n tornarte a besar. Lo nuestro querer no se crebará Anque charren muito y te fagan plorar. Yo no quiero vier güellos de cristal Mulláus por glarimas que culpa no han. Escuita muller, dixa de plorar Yo siempre he estáu tuyo, tú mía has de estar; Dicen que un querer ye dos no más Y que ye más fácil ferlo caminar, cuando l'uno caye, l'otri a devantar... Cuando l'uno caye, l'otri a devantar... S'ha feito de nuey, tú m'alguardas ya Lo peito me brinca... Te quiero besar".

domingo, 3 de enero de 2016

00208 Toledo

DONDE EL ASOMBRO CALLEJEA

Fue tan sólo un fin de semana, apenas un suspiro. Unas pocas horas, escasas, para mis sentidos. Un espacio de tiempo comprimido para constatar una realidad intuida. La "Ciudad Imperial", la "Ciudad de las tres culturas", la urbe de la colina que otea el Tajo, la de bella estampa inmóvil desde los cigarrales, la de los Reyes Católicos, la del admirado Greco, la del mazapán y noble piedra.

La ciudad que atesora el paso del caminante; el mío, el nuestro y el de Don Quijote. Ciudad de puentes y puertas y de muralla que guarda. Monasterio de San Juan de los Reyes, Catedral de Santa María, Santa María la Blanca, Sinagoga del Tránsito, El Cristo de la Luz, la Iglesia de Santo Tomé, plaza de Zocodover... no hay tiempo para más admirar. El resto es todo sentir, recrear. Oler una ciudad colmada de sensaciones entre el bullicio de la luz y el silencio de la noche. Asombro y emociones caminan de la mano en solitario para que nada les distraiga. Si acaso, cuanto detalle salga al paso.

Es un día de clara luz. El buen yantar nos aguarda. Pero antes, una penúltima mirada a esta ciudad infinita y de amor prendida. Una penúltima mirada para reconocernos entre sus calles y sellar en la memoria un espíritu esperado y deseado. La ciudad despierta bajo los tejados de larga historia.