miércoles, 19 de octubre de 2016

00378 Nada es lo que Parece

A VER QUÉ PASA


No son croquetas. Tampoco buñuelos. Son bolas a base de leche, harina, mantequilla, sal, jamón, huevo y fritas en la sartén. Es un a ver qué pasa, un a ver qué sale, un matar el tiempo. Pobre tiempo al que estamos siempre asesinando como si tuviera la culpa de todo. Un tiempo indefenso y sin defensa. Pobre tiempo de profesión imprecisa.

Es lo que tiene la cocina,  que en el mientras tanto cabeza y pensamientos vuelan. Algunos se quedan como un ovillo al que hay que desenredar. Será por tiempo y paciencia. De eso estamos sobrados. En la sartén una nuez de mantequilla, tres cucharadas de harina, leche y cebolla rallada. Más tarde añadiré el jamón. El ovillo en esta ocasión viene con muchos nudos. No sé si seré capaz de liberarlos. Hay pensamientos ovillo que es mejor no tocarlos.

Me inclino por hacer bolas de un solo bocado. Es más entretenido y menos comprometido que el nudo por desenredar en el que ando inmerso mientras enharino pequeñas circunferencias de masa. Nada es lo que parece, ni siquiera yo soy lo que aparento. A veces no me reconozco, como tampoco llego a reconocer situaciones que creía aprendidas. Todos somos poliédricos. Todo es un enorme poliedro. Todo es como las bolas que una vez pasadas por huevo y harina se sumergirán en aceite hirviendo para querer aparentar algo. Alguien pregunta, ¿son buñuelos? ¿...? ¿son croquetas? ¿...? No sé. Nada es lo que parece. Estoy intentando desenredar un nudo del ovillo.

Quien acaba de preguntar se me queda mirando con cara de no entender nada. Le invito a probarlas. Su rostro es de satisfacción una vez degustada. Buñuelos o croquetas, pregunto yo ahora. Croquetas con apariencia de buñuelos, me responde. Acabo de desenredar el nudo, pronuncio. Están buenísimas, me dice.

Yo a lo mío. Pienso que la vida nunca es lo que nos parece, pero resulta deliciosa. Lo de menos es la forma, lo que realmente importa son los ingredientes elegidos mientras la cocinamos.

Un "puedo coger otra" me regresa del ovillo en el que he estado enredado. Y sí, los croquebuñuelos están deliciosos.













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