lunes, 6 de junio de 2016

00305 Aprender Palabras Nuevas

ACOTOLAR Y ESCOTOLAR


Siempre ha sido una de mis inquietudes y debilidades, si bien es cierto que en los últimos años me va costando retener información y cualquier aprendizaje se me hace muy cuesta arriba. Cuando escucho o leo una palabra para mí nueva, si me resulta especialmente atractiva, intento repetirla una y otra vez con el fin de memorizala. No siempre lo consigo por más que me empeñe. Puede que mi memoria se haya vuelto extremadamente selectiva o que ya aventure maneras para ese mañana incierto.

El caso es que en una animada sesión de vermú con gente avezada en el decir popular y mientras prestábamos atención a los recuerdos de un joven octogenario, éste, en un momento de su interesante monólogo, pronunció la palabra "acotolar". Mi semblante se debió de poner en modo ignorante ya que el parroquiano que tenía más próximo me preguntó si conocía su significado. Debo apuntar que aunque mi cara no me hubiese delatado, en algún momento hubiese preguntado sobre el concepto de tan novedoso vocablo para mis entendederas. Nunca he ocultado, para qué, mis ignorancias.

Mi cercano interlocutor comenzó diciéndome que "acotolar" era lo contrario a "escotolar", lo que significaba que nada habíamos avanzado ya que tampoco conocía de la existencia del segundo vocablo. Me puso el ejemplo del  perro cuando sale del agua que lo primero que hace es "escotolarse", es decir, sacudirse el agua, sacar algo hacia el exterior. Viene a ser algo así como un hacia adentro y un hacia afuera. Con esa copla me quedé.

A la hora de juntar estas líneas he querido saber el real significado en aragonés de sendos vocablos. ¡Oh, sorpresa! Acotolar quiere decir, aniquilar, acabar con algo, especialmente con los animales, acobardar; y escotolar,  rascarse removiéndose. Ahora recuerdo que cuando el joven octogenario hizo referencia a la palabra escotolar, se encontraba hablando de alguien a quien le picaba el cuerpo, desconozco la razón. Estaba yo un poco perdido.

Lo del símil del perro ya me venía bien. Tengo desde hace unos meses unas fotografías que hice a un perro en pleno baño y juerga en el río Isuela. Se lo estaba pasando de miedo con sus idas y venidas. Aunque no lo capté cuando se estaba "escotolando",  me gustó la placidez de la imagen.

Acotolar, escotolar y un perro en el agua. Nada tiene que ver con nada. Es mi caleidoscopio vital. Sólo se trataba de aprender dos palabras nuevas que a base de escribirlas puede que las retenga.





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