Sólo su silencio sabe sostener el saco de saturada serenidad. Soberbia silueta, suave sonido, sostenido silbido para un sensato sacudir de sensatas sensaciones. Sólo su silencio socorre los somnolientos sueños. La serenata sutil se sincera ante la sanguina estampa.
Le susurro al atardecer. Sí, a él que todo lo calla y apacigua con una queda voz de despedida. A él que no pide nada, que nada dice, que nada espera salvo un frugal hasta mañana. A él le susurro, para que nadie lo escuche, que la mochila lleva cada vez menos carga. Me siento ligero como el runrún de mi confesión aireada. Me siento aliviado del odio y amargura que tanto pesaban.Será su sabio silencio. Será su seducción suave. Será su sonido errante que tanto me agarra. Hay paz de caracola en la ante sala de la noche. Rumor de ambrosía en el atardecer susurrante.
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