viernes, 31 de julio de 2015

00080 Las Especias

AROMATIZANTES POTENCIADORES DEL SABOR


Desde la antigüedad el hombre ha comerciado y cultivado especias respondiendo fundamentalmente a dos razones básicas. De una parte, a la necesidad de tener algún tipo de condimento para dar sabor a determinados tipos de alimentos o enmascarar posibles olores desagradables, y de otra, porque son capaces de preservar los alimentos al desarrollo de microorganismos.

La mayoría de las especias o condimentos proceden de las regiones tropicales de Asia y de las islas de Molucas, en Indonesia, también conocidas como Islas de las Especias, aunque algunas se encontraban en el Mediterráneo. Muchas de las especias que se usan en la actualidad son en muchos casos las mismas que se usaban en la Antigüedad: el clavo, la nuez moscada o la canela.

Su gran capacidad para potenciar el sabor permite que se consigan grandes efectos aromáticos y sabrosos en los alimentos con cantidades muy pequeñas.

Según leo, las hierbas y especias se pueden clasificar en dos grupos; las que modifican, tanto el sabor como el aspecto de los alimentos, aquí se incluirían el azafrán, la canela, el tomillo o el romero, entre otros, y las que excitan el paladar: la pimienta, el pimentón, la nuez moscada y las diversas variedades de chiles.

La cantidad de platos que se pueden cocinar con unas y otras, tanto solas como mezcladas, es muy elevada; esto hace que las distintas cocinas de cada cultura adquieran un toque característico.

A mí siempre me ha gustado cocinar con especias pero sin abusar con las cantidades. Que acompañe al alimento sin que le quite protagonismo. Improvisar con las mezclas a riesgo de que el resultado no sea el apetecible.  Imprescindible en mi especiero: orégano, pimentón dulce y picante, clavo, nuez moscada, eneldo, pimienta negra y blanca, cayena, azafrán, cardamomo y algunas mezclas para adobar carnes y pescados.

Mi última adquisición ha sido la denominada, "Ras el Hanout"; una mezcla de hierbas y especias. Al parecer, no existe una receta única y cada vendedor o cocinero lo elabora de una forma especial que le caracteriza. De hecho, el nombre de esta mezcla en árabe significa literalmente "la cabeza de la tienda", haciendo referencia a la mejor mezcla de especies que el comerciante puede ofrecer.

Recientemente, una amiga, María Jesús, improvisó una comida en su casa. Nos sorprendió con una paella de marisco difícil de olvidar. Excepcional y de curioso e inesperado sabor. Comentó que al sofrito tradicional le había añadido "Ras el Hanout" y azafrán. El resultado, lo dicho, excepcional.







jueves, 30 de julio de 2015

00079 Los Contraluces

ATRACCIÓN IRRESISTIBLE

Creo que desde siempre me han llamado la atención los contraluces. Más si cabe desde que me aficioné a la fotografía. Me resultan sugerentes y atractivos. No importa donde se pueda producir o encontrar. Los busco y admiro.

Aún a pesar de mis innumerables "tics", confieso que son los únicos que me hacen estar inmóvil, sin parpadear, como si se tratara de una estatua. Sólo miro. Ni siquiera me da por pensar. Ya habrá otras oportunidades. En ese momento lo único que existe es la recreación de los objetos, formas y paisajes que se encuentran en el lado opuesto de la luz. Todo un espectáculo donde los adornos se desvanecen y pierden protagonismo. Apenas masas y formas.

Son regalos a la vista envueltos en plácidas penumbras y armoniosos contrastes. Siluetas que pasaban por allí y decidieron quedarse.  Manchas que ayer fueron vida y mañana volverán a ser destino. Y llegado el caso, ocultan defectos para potenciar virtudes. Hasta en esto son sutiles y bondadosos.

Me gustan los contraluces porque confunden a la realidad. Saben cómo despistarla y desnudarla sin que lo esencial cambie.


00078 El Parque de la Naturaleza de Cabárceno

UN ZOO FUERA DE LO COMÚN

El parque está situado en el valle del Pisueña, a tan solo 17 kilómetros de Santander y emplazado en una antigua mina de extracción de hierro, en la localidad de Cabárceno, en el municipio de Penagos. Con una extensión de 750 hectáreas, fue inaugurado en el año 1990.

En el recinto, que fue sometido a un proceso de recuperación medioambiental y cuya red de caminos, túneles y vías se acondicionaron para el paseo de los visitantes y para que los vehículos puedan transitar, se desarrollan tanto trabajos de investigación relacionados con la conservación de especies en peligro de extinción, como a la educación ambiental.

El Parque de la Naturaleza de Cabárceno acoge a un centenar de especies animales de los cinco continentes en régimen de semilibertad que se distribuyen en recintos de grandes superficies donde coexisten una o varias especies. Está concebido con fines educativos, culturales, científicos y recreativos para convertirse en uno de los mayores atractivos turísticos del norte de España.

Los más de 20 kilómetros de carreteras que surcan el parque nos conducen a los diferentes recintos, perfectamente señalados, a través de hermosos desfiladeros, apacibles lagos y curiosas figuras rocosas.

Además, a lo largo y ancho del recinto se disponen numerosas zonas de aparcamiento y sendas que nos permiten descubrir bellos rincones y captar hermosas imágenes.

Es recomendable acudir al parque al inicio de su apertura para tener así todo el día por delante. Requiere una visita pausada. Si bien de recinto a recinto se puede ir en automóvil, recorrerlos a pie lleva su tiempo. Los animales que allí viven no son maniquís de escaparate. Tienen su propio horario y costumbres. No en cualquier momento están a nuestra disposición.

Otra recomendación, ir provistos de cámara fotográfica. Todo es susceptible de fotografiar: animales, rocas, plantas, paisajes... Y una última sugerencia. Es de esos lugares para visitar en familia y mirar este micro mundo a través de los ojos de los niños. Adquiere todo otra dimensión y distinto ritmo para abrir un colorista abanico de asombro y fantasía.




























miércoles, 29 de julio de 2015

00077 Días de Hamaca

ATRAPADO EN LA TUMBONA

Es algo inusual. No dispongo ni de hamaca ni tumbona salvo en casos esporádicos y excepcionales. Pero reconozco, que llegado el caso, me atrapa para cumplir con el significado etimológico de la palabra: "red para pescado".

Los días de tumbona, con sus mañanas, tardes y noches, huelen a verano, a soportable calor y con suerte, a frescura en la piel. Sin libro que leer ni música que acompañe. Solos, ella y yo. Y de vez en cuando algún pensamiento que se añade sin consulta ni visado.

Hacia arriba y si entra el sueño, en duermevela,  de costado hacia la derecha. Y si llega el sueño, sin quererlo y sin consciencia, boca abajo.

Pasa el tiempo. No sé cuanto. No hay reloj. La esfera numérica no marida con los días de tumbona. Es más, el plegable artefacto no marida con nada. Sólo con el cuerpo perezoso y vencido. La luz cambia. El sol sigue su curso. La hamaca ni se inquieta ni se inmuta.

De repente, hace calor, mucho calor. Es inconscientemente soportable. Las piernas y los brazos se inquietan y se mueven a espasmos. Ah!, es la mosca, la pesada mosca.

No hay hambre. En todo caso, sed.

La tarde hace acto de presencia y con ella el total y absoluto silencio. Tanto, que hasta me parece escuchar los pasos del sol en su camino hacia la despedida. Y allí sigo, allí seguimos. Empapados. Ajenos al día. Despistando con tímidos silbidos alguna desesperanza imprevista.

Todo es ya  un contraluz para el columpio, el árbol y la marquesina. Pronto aparecerán las primeras estrellas en el despejado y cercano cielo casi aprendido. Pronto les confesaré a ellas mis anhelados deseos. Será el mayor esfuerzo en mi día de hamaca.













00076 Muro de Roda

UN CONJUNTO ESPECTACULAR

Este especial emplazamiento se ubica en la parte más alta de la sierra de Gerbe. Al conjunto religioso-militar se accede desde la localidad de Tierrantona, núcleo principal del altoaragonés valle de la Fueva. Se llega a través de una pista forestal de condiciones variables, según la climatología. Puede utilizarse un vehículo normal aunque es recomendable hacerlo con un 4x4.

Cuando hacemos referencia a un lugar elevado, solemos a continuación loar sus espectaculares y maravillosas vistas. En este caso no es una alabanza gratuita ni traída por capricho. El dominio visual sobre los valles de la Fueva y del Cinca es total, y un privilegio si en nuestra visita tenemos la suerte de recrearnos con el mar de nubes que se forma, a poniente, sobre el embalse de Mediano.

Hoy deshabitado, las primeras referencias toponímicas medievales de Muro, según leo, dan las formas Muro y Muri, y la principal que el Muro Maioren, que en bajo latín significa el Muro Mayor y que señala la importancia que debía de tener. Se sabe que con ese nombre se conoció la fortificación en sus primeros años, hasta que en el siglo XII, por la pérdida de importancia estratégica, dejó de ser una posesión real y fue cedida al obispado de Roda de Isábena, de donde se supone que ganó el apelativo de Roda.

Muro de Roda se comenzó a fortificar en el año 1017 bajo el reinado de Sancho III el Mayor, en una época en la que en el condado de Sobrarbe se consagraron algunas iglesias y se fortificaron aldeas y castillos. De esa primera etapa data la ermita de San Bartolomé de Muro de Roda como la capilla que servía a la fortificación. 

En una segunda tanda de construcciones, en el siglo XII, se levantó la peculiar iglesia de Santa María de la Asunción, posiblemente coincidiendo con la devastada torre, de base cilíndrica, que casi al mismo tiempo había habido y de la que sólo ha quedado una parte de los cimientos, debajo de los ábsides del templo.

En los siglos XV, XVI y XVII la iglesia y las construcciones de la localidad sufrieron remodelaciones. Así, destacan los cubos de la muralla perimetral del recinto, desarrollados en el siglo XVI, o el campanario de la iglesia parroquial de la Asunción, remodelado la última vez en el siglo XVIII.


La localidad la conforman dos barrios. El primero es más alto y antiguo y se encuentra a la altura del tozal del Muro y aprovecha parcialmente un discreto saliente de peña por la parte occidental para mejor defensa, estando completamente rodeado de muralla. El otro es más bajo en altitud y lo forman algunas casas y construcciones alrededor de la antigua Casa de la Villa, la escuela y la ermita de San Bartolomé.


La muralla está declarada Bien de Interés Cultural y delimita un perímetro de forma ovalada, con unos 150 metros de amplitud máxima y unos 50 en la mínima. El grueso de los muros es de 1,57 metros y llegan hasta los 4 metros de altura.


El perímetro amurallado y las iglesias de la Asunción, San Bartolomé y Santa Bárbara fueron restaurados por el Gobierno de Aragón entre los años 1999 y 2010.

El recorrido por esta joya del patrimonio altoaragonés es necesario hacerlo de forma pausada, desmenuzando con la vista cada piedra, cada rincón, cada sombra y cada espacio donde antes hubo vida.