jueves, 19 de noviembre de 2015

00180 Las Verdinas

CON MARISCO


La cocina de casa hoy está contenta y feliz. Huele a fiesta, tradición y mar. Hay trajín, ruido de cacharros y curiosidad. Hoy le hemos dado la espalda a la ensalada, verduras y planchas. La cosa del comer, hoy, va de festín. Protagonistas, unas verdinas que han esperado pacientemente su momento en el frigorífico desde nuestro último viaje a Asturias. El resultado no ha podido ser más espectacular.

Las verdinas las descubrí gracias a mi hermana María Engracia, una buena hacedora en la cocina,  y de la que me he apropiado un buen número de platos, además de ser una gran aficionada a la gastronomía asturiana.

Se trata de unas fabes, alubias pequeñas, de color verde, suaves y gustosas. Lo que no tengo muy claro es si su color se debe a que se recolectan de forma temprana, de ahí su color verde, o que simplemente la variedad es así. Tampoco me importa mucho. Es mera curiosidad. Lo que realmente trasciende es su sabor, su buen comportamiento en el guiso, su ternura, lo bien que maridan con el marisco y su capacidad de absorción del sabor.

De cuantas recetas que Gloria examinó para elaborar las verdinas, finalmente se decantó por la que a continuación describo y cuyo resultado fue espectacular. Ni un pero, ni una nota discordante, nada que objetar. Simple y llanamente, de matrícula de honor.

Ingredientes para 4 personas: 400 gramos de verdinas, 16 langostinos, 300 gramos de almejas, 1 puerro, 1 cebolla, 5 dientes de ajo, 2 tomates maduros, 1/2 cucharadita de pimentón dulce, 1/2 cucharadita de pimentón picante de la Vera, aceite de oliva y sal.

Preparación: Escurrir las verdinas que habrán estado en remojo durante 12 horas. Pelar los langostinos y disponer en una olla las cáscaras y las cabezas junto a una cebolla partida, un tomate también partido, 2 dientes de ajo machacados, 1 litro de agua, un chorrito de aceite y sal. Llevar a ebullición y dejar cocer por espacio de media hora. Pasado este tiempo, triturar con la batidora y pasar por el chino para impedir que queden restos de cáscaras.

Limpiar bien los langostinos retirando el intestino y reservar. Pelar y cortar en rodajas el puerro y el resto de ajos, así como el tomate y hacer un sofrito.

En una cazuela con aceite de oliva caliente introducir las almejas y cuando empiecen a abrirse, agregar dos ajos picados. Se puede añadir si se quiere, medio vaso de vino blanco. Cuando estén hechas, sin excederse, retirar y reservar con su jugo.

Para finalizar, verter en una cazuela el sofrito al que añadiremos un poco de aceite de oliva, el jugo de las almejas e incorporar las verdinas. Rehogar todo unos minutos y añadir el caldo preparado con anterioridad hasta cubrir las judías tres dedos por encima. Espolvorear el pimentón, salar al gusto y dejar cocer a fuego medio durante una hora y media o hasta que las judías estén tiernas.

Diez minutos antes de retirar del fuego, incorporar los langostinos y las almejas. Apagar el fuego y dejar reposar unos diez minutos antes de servir.




















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