miércoles, 21 de octubre de 2015

00148 La Arena

ABSORTO EN ELLA

Alas blancas, pies desnudos, cuerpos tumbados sobre la arena. Ayer, juegos de infancia, de rastrillo, cubo y castillo. Hoy, solaz entretenimiento de dedos y nudillos; sendero imaginario en los días de estío. Blancas alas al final de un inesperado camino.

Si ella hablara, si pudiera contar las prisas y lamentos. Si pudiera confiar a la brisa las consciencias trazadas en contenidas emociones. Suspiros al sol, desafíos a la luz de la luna, señales de auxilio allí donde nace la duna.

Sabe que regresarás, que tu presencia es recordada en cada adiós, en cada paso, en todos los relojes imaginarios escurridos de entre las manos. Poco importa el codicioso desafío. Sabe que regresarás al igual que la ola lo hará para borrar la inestable palabra.

Es tiempo de observar y de retomar el hilo del pensamiento inacabado. Marcar otros pasos sobre anónimas y arrojadas huellas que se estrangulan en la húmeda arena. Moverse sin concierto, sin apenas movimiento. Son las regla del juego. Es la norma sin oposición.

Nada es extraño. Todo es placentero. Los pies desnudos, los cuerpos tumbados sobre la arena. Sólo duelen las alas blancas sobre la arena prometida.












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