martes, 4 de agosto de 2015

00086 Las Torrijas

HUMILDE ALIMENTO

Sabe a Cuaresma y Semana Santa. A desayuno dominical con olor a canela y servilleta de tela. Alimento de origen humilde para aprovechar los restos cuando nada sobraba y todo era necesario.

Rebanada de pan empapada en leche o en vino con miel. Rebozada en huevo y frita en una sartén con aceite. Simple y sencillo, sin más predicamentos. Y la gracia final, el aroma de la canela, la untuosidad de la miel o el dulce azúcar.

A la torrija, como a tantos otros platos tradiciones y de antiguo, los profesionales de la restauración la han hecho evolucionar y sobre su humilde base, desarrollar creaciones a cual más inimaginable. De salmorejo, de pisto, de naranja, con nocilla, con crema pastelera, al horno.... Antes no había más opción, aprovechar el pan sobrante. Hoy, se discute sobre el pan idóneo para una buena torrija, e incluso hay obradores que realizan pan expreso para esta elaboración.

En esta variedad de posibilidades que hoy en día presenta la torrija, recientemente probé una que hizo Gloria y cuyas imágenes me servirán para ilustrar esta entrada: "Torrijas a la sidra con manzana y queso de cabrales". No sé de dónde sacaría la receta. Supongo que de esta red de redes. El resultado, fantástico. Eso sí, una bomba. El segundo plato previsto se quedó en el horno.

INGREDIENTES: Rebanadas de pan duro, nata líquida, sidra natural, manzana reineta, mantequilla, azúcar, queso de cabrales y huevo.

PREPARACIÓN: Lavar la manzana, quitar el corazón y cortarla a gajos. En una sartén con mantequilla y azúcar la dejamos que se haga hasta que esté tierna pero entera. Reservamos.
En un cazo ponemos el queso cabrales con un chorrito de nata y dejamos que se derrita a fuego muy lento. Reservamos.
En un bol ponemos el resto de nata y la sidra remojando las rebanadas de pan en esta mezcla hasta que estén empapadas. Escurrimos y pasamos por huevo batido, friéndolas en abundante aceite caliente. Damos la vuelta con cuidado y cuando estén doradas las sacamos.
Para montar el plato colocamos el pan y le ponemos encima unos gajos de manzana y vertimos por encima la salsa. Servir caliente.








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