martes, 24 de febrero de 2015

00013 La Pringada

ARNEDO/HERCE
Directo del trujal llega el primer aceite del año para saciar curiosidades y colmar las expectativas de un entrañable y masivo almuerzo. Goteo de pringadas en todos los municipios de La Rioja. Es febrero y no hace frío. He tardado mucho en conocer la pequeña población de la que me honro llevar su apellido: Herce. 
Aviso de mi llegada al entrañable Manolo González, maestro de maestros de la radiodifusión española. Crítico taurino, miembro de la Real Academia de la Radio y locutor de los de antes, de los de siempre, de los que ya van quedando pocos. Hombre de certera voz y justa palabra;  bien dictada y acompasada de profesional sentimiento. Y buen cicerone. 
El primer destino, un almuerzo popular en las proximidades de la localidad de Arnedo, cercana a Herce, a base de "pringadas": tostadas de pan bañadas literalmente en aceite. Opcional, el ajo, el azúcar y la sal.
Una, dos, tres, cuatro, y un vistazo de reprobación, una mirada en la que se puede leer,  "te vas a poner malo", y cinco, seis, siete... hasta perder la cuenta. Ahora con ajo. Luego con una costillita. Me apetece sola, pan y aceite, sin más.
Y entre tostada y tostada, y  trago y trago, siempre en porrón,  amables conversaciones para aprender tradiciones, saber de estas gentes, que también son las mías,y saldar un largo descuido.
¡Esto sí que es saber bañar el pan! ¡Que lo vuelvan a ahogar en oro! 

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